“La diplomacia es negociación”

Gilberto Bosques Saldívar

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Profesor, periodista, político y diplomático poblano

Gilberto fue una persona querida de la vida política local y nacional, por eso se ha escrito en abundancia sobre su caminar a lo largo de la historia.

Fungió como Secretario General de Gobierno, durante el período del gobernador provisional, el también profesor Claudio Nabor Tirado.

El conflicto electoral suscitado en los comicios celebrados el domingo 19 de diciembre de 1920, entre los dos candidatos a gobernador: José María Sánchez y Rafael Lara Grajales, se “resolvió” con la designación por el Senado de un gobernador provisional, nombrando al profesor Claudio Nabor Tirado, quien estuvo al frente del ejecutivo local del 16 de abril al 17 de junio de 1921.

En esos comicios se eligieron diputados y ayuntamientos.

Claudio designó Secretario de Gobierno a su colega profesor, de escasos veintinueve años de edad, Gilberto Bosques Saldívar.

Claudio, zacapoaxteco, Gilberto, chiauteco, unidos por la profesión: profesores de escuela, habían estudiado los dos en el Instituto Normal del Estado.

“En 1910, siendo Presidente de la Agrupación de Estudiantes Normalistas tomó participación activa en la campaña de reivindicación político-social, que en aquel entonces encabezaba en Puebla, Aquiles Serdán, actuando conjuntamente con los dirigentes estudiantiles del Colegio del Estado: Alfonso G. Alarcón, Luis Sánchez Pontón y Gil Jiménez”.i

Gilberto nació el 20 de julio de 1892, en la Villa de Chiautla de Tapia, Puebla.

Su papá Cornelio Bosques Pardo y su mamá María de la Paz Saldívar, la cual le enseñó los estudios primarios. Gilberto tuvo tres hermanas, siendo él el mayor, una contrajo matrimonio con un comerciante de aquella región, otra se casó con un contador y escultor oaxaqueño y la otra permaneció soltera.ii

Gilberto ingresó al Instituto Normal del Estado de Puebla, en donde conoció a Francisco I. Madero en 1911, cuando éste visitó la ciudad de Puebla en su calidad de candidato presidencial.

En abril de 1914, Gilberto decide solicitar licencia –ayudante de profesor en la escuela José María Lafragua– para ir a combatir contra los invasores norteamericanos en Veracruz.

En 1916, la Convención Revolucionaria de Puebla lo designó candidato a diputado para el Congreso Constituyente de Querétaro, pero como no cumplía la edad requerida-veinticinco años- entonces ya no fue candidato y como era honrado no quiso alterar su acta de nacimiento, como sí ocurrió con alguno para ser diputado constituyente en Querétaro y hasta aceptó ser diputado por el distrito de Chalco, estado de México.

Esta candidatura la había construido por la amistad que trabó con Venustiano Carranza durante la invasión norteamericana.

No fue diputado constituyente en Querétaro, pero sí lo fue en Puebla, representando al segundo distrito electoral con cabecera en la Angelópolis.

Formaron parte de esta XXIII Legislatura Constituyente Local, 1917-1919, los diputados cuyos nombres se citan en la biografía de Miguel Moto V.

Algunos de ellos se significaron como Celerino Cano Palacios, que fue secretario de gobierno.

Entonces era gobernador el Dr. Alfonso Cabrera Lobato.

Con esta trayectoria, con la experiencia en las luchas estudiantiles, con la participación en la revolución y con su intervención en la defensa contra la invasión norteamericana pero fundamentalmente por sus ideas y por las circunstancias Gilberto se desempeña como Secretario de Gobierno en 1921 y

apenas tuvo tiempo de ayudar a pacificar a los grupos que habían contendido en las elecciones de diciembre de 1920 y que reclamaban, unos, sus triunfos y otros hacían valer sus inconformidades.

Además, participó en la reactivación económica del estado, al haber apoyado con los trámites legales, a diversos empresarios en la instalación de textileras, tal es el caso de las fábricas: Los Ángeles, El Refugio, San Antonio, San Juan Bautista y San Miguel.

Bien podría dar fin a la biografía de Gilberto, pero no me sería perdonado que así lo hiciera, tratándose de un actor importante en la vida política local, nacional e internacional.

Los carrancistas habían sido borrados del escenario político, unos por las balas, otros por su miedo y unos más, ya se habían pasado al bando triunfante: el obregonista.

Así las cosas, Gilberto es candidato a diputado federal por el distrito VII de Izúcar de Matamoros -entonces eran dieciocho distritos- llevando como suplente a Eugenio Fuentes.

Entonces formó parte de la XXX Legislatura Federal, 1922-1924, y en la que tuvo como compañeros a otros destacados políticos como Gonzalo Bautista Castillo, que sería gobernador, Porfirio del Castillo, Roberto Casas Alatriste, Alberto Guerrero, que sería gobernador provisional en 1924, Wenceslao Macip, que sería Secretario de Gobierno.

En esa legislatura figuraron como suplentes: César Garibay y Rufino A. Landero, que serían Secretarios de Gobierno.

Gilberto fue el coordinador de esa diputación federal poblana. En el escenario político, participaba como senador de la república el profesor Claudio Nabor Tirado.

Por esas fechas, Gilberto contrajo matrimonio con la señorita María Luisa Manjarrez, con la cual procreó 3 hijos: Laura, María y Gilberto.

En 1929, ya en el gobierno de Emilio Portes Gil, Gilberto obtiene un empleo en el Departamento de Educación Técnica para la Mujer, de la Secretaría de Educación Pública y es empleado del Departamento de Prensa de la Secretaría de Hacienda.

Esos no fueron buenos años políticos para Gilberto, ya que tenía el estigma de haber militado con los obregonistas.

La estrella política de este chiauteco vuelve a brillar con motivo de las elecciones presidenciales de 1934.

El PNR postula como candidato a presidente de la república al general Lázaro Cárdenas del Río.

Para entonces el estado de Puebla comprendía doce distritos electorales federales el I y el II con cabecera en Puebla, el III en Tepeaca, el IV en Cholula, el V en Matamoros, el VI en Acatlán, el VII en Tehuacán, el VIII en Chalchicomula, el IX en Teziutlán, el X en Zacapoaxtla, el XI en Zacatlán y XII en Huauchinango.

Gilberto fue candidato y diputado federal por el distrito de Acatlán como Leobardo Coca Cabrera por el II de Puebla y Rafael Ávila Camacho por Teziutlán quien fungió como coordinador de la diputación federal poblana.

En 1936, se efectuarían comicios locales en Puebla para elegir gobernador, Congreso del Estado y ayuntamientos.

En la entidad las diversas fuerzas políticas se habían venido preparando para tan importante acontecimiento, gobernaba durante su último año el general callista, tabasqueño de origen, José Mijares Palencia.

Por una parte, el general Maximino Ávila Camacho se había hecho nombrar comandante de la XXV Zona Militar y con ese motivo preparar su candidatura para gobernador como después ocurrió.

Por otro lado, las organizaciones de corte “socialista” antiavilacamachista encabezados por algunos líderes obreros como el

diputado federal Leobardo Coca y organizaciones como la FROC pronto apoyarían al diputado federal Gilberto Bosques.

Éste estaba convencido que tenía altas probabilidades de ser postulado candidato a gobernador de Puebla por el PNR porque había sido presidente de la Cámara de Diputados y por lo tanto había contestado el primer informe del presidente General Lázaro Cárdenas del Río.

Maximino era compadre del Presidente, había conjuntado las fuerzas más importantes a su favor, por eso fue candidato a gobernador. Gilberto parecía tener más apoyo popular pero el hecho es que no fue el candidato.

Esa lucha por la candidatura, como son todas, fue casi de exterminio del adversario.

Aun cuando no es objeto de esta biografía, no es inocuo decir que el poder de Maximino para esos días era tanto que incluso hizo que el Congreso legislara y anticipara la fecha de su elección de noviembre para julio del mismo año.iii

De aquí en adelante, Gilberto ya no tendría oficio jerárquico importante dentro de la entidad. Sus nuevas responsabilidades serían de orden nacional, sus pretensiones ya no encajaban en el estado, las corrientes avilacamachistas dominarían hasta el sexenio de Alfredo Toxqui Fernández de Lara.

No puedo dejar de mencionar otro acontecimiento que cimbró al país y al estado en particular: la expulsión de Plutarco Elías Calles por el presidente, general Lázaro Cárdenas del Río. Un tsunami político que abarcó a Puebla había anunciado que eso habría de pasar.

En el período ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, el 12 de septiembre de 1935, fueron desaforados tres diputados federales callistas poblanos por andarse poniendo al brinco: José Torres Navarrete de Tepeaca, Benjamín Alamillo Flores de Tehuacán y el General Juan L. Cardona de Huauchinango.

Roderic Ai. Campiv refiere que Gilberto fue en 1938 director del periódico “El Nacional”, diario oficial del estado –algo así como el Pravda del

estado soviético o el Granma de Fidel Castro-. En el mismo año fue designado primer Cónsul de México en París, Francia.

Durante su gestión al frente de la embajada mexicana en Francia, se han escrito innumerables obras, reconociendo la loable labor que realizó Gilberto para salvar vidas, “más vidas”. Sus actos son ahora del todo conocidos, gracias al sinnúmero de textos publicados sobre ese tiempo, es por eso que es llamado “El Schindler Mexicano”

Gilberto fue Embajador de México en Portugal de 1946 a 1950; el mismo cargo lo desempeñó en Finlandia de 1950 a 1953. En Cuba pasó un buen tiempo siendo embajador de 1953 a 1964, fue testigo de la revolución cubana y del ascenso de Fidel Castro al poder.

Gilberto Bosques a partir de 1964 se retiró a la vida privada.

Vivió ciento tres años, murió el 4 de julio de 1995.

El Dr. Sergio Guzmán Ramos hace estas referencias de Gilberto Bosques:

“Era de baja estatura, de cabeza redonda, morenito y de buena complexión física, tenía ojos llenos de vida y una gran vivacidad. Iba a ver a mi Papá a pedirle su apoyo en su campaña a Gobernador de Puebla; contendía en lucha muy desigual contra Maximino Ávila Camacho”.

“Pasaron los años y le volví a ver en París. Fue en la embajada de México. Era Federico Jiménez de O’Farrill el embajador y daba una comida infernal a los amigos, Angélica Morales la excelsa pianista, Gerardo Murillo el inquieto revolucionario y genial pintor, Gilberto Bosques y yo, junto a mí se sentó una hermosa Poblana, una de las Hevia, tal vez la más guapa. Servían la comida la Sra. Rivero Azcué, esposa del embajador y su hija”.

“De esa comida salió para siempre mi amistad con Gilberto Bosques y Gerardo Murillo, se tomó vino y se brindó desde luego por la patria y después por las Francesas, por las Mexicanas, etc., en fin por todas las mujeres”.

“Al día siguiente Bosques salió a Estocolmo a recibir la embajada Mexicana en manos de mi tío Salvador (ambos habían sido diputados

constituyentes). A los pocos días me reuní ahí con él, ese día no había sol y el cielo estaba encapotado y caía una molesta lluvia. Sin embargo, me dijo: Guzmancito vamos a caminar por el muelle, parece que están rescatando del fondo de la bahía un Barco Vikingo, en el trayecto me narró con todo detalle como los Vikingos vinieron a América mucho antes que Cristóbal Colón”.

“Ahí hablé claro con él y le pregunté si él había sentido temor de enfrentarse a Maximino, y me confesó que sí, que tal vez lo hizo porque no pensó en ese entonces que pudo costarle la vida, pero como en esos momentos para él, el Socialismo era el porvenir de la humanidad. La extrema derecha en México tiene que desaparecer. Me dijo que Lenin se lanzó a la revolución y se consumó en el 17, no pudo nunca, porque se murió, saber sus consecuencias reales, también me dijo que Marx estaba un tanto equivocado en su obra y que la extrema izquierda también iría al fracaso. Pensaba que la primera revolución de este siglo era la Mexicana y que nuestra revolución sí era operante, pues estaba basada en los principios de Jesucristo a quien él llamó el único Socialista sincero que ha existido, y que a todos los demás los juzgaba falsos redentores, el tiempo le ha dado la razón”.

“Gilberto Bosques fue un ilustre poblano, que pudo y mereció ser Presidente de México”.v

Egresado de la U.A.P. Titulación con Mención Honorifica. Dos veces Diputado Local. Dos veces Diputado Federal. Sub-secretario de Gobernación. Sub-secretario de Educación Pública, Delegado Federal de la S.E.P. en Puebla, catedrático en diversas Instituciones Educativas de Educación Superior. Autor de 11 libros. Colaborador en diversos medios impresos.

iAdolfo Ayuso Martinez. Sursum. p. 78. iiElsa María Hernández, “Gilberto Bosques”. Gobierno del Estado de Puebla. Puebla. 1997. p 6. iiiJosé Alarcón Hernández. “Las Normas del Poder, Puebla, un Espejo de la Nación”. Porrúa. Segunda Edición. México. 1994. p. 89 ivRoderic Ai. Camp. Mexican Political Biographies 1935-1981. Segunda edición. Arziona. The University of Arizona Press. 1982. p. 29 vSergio Guzmán Ramos. “Hombres de Puebla. Semblanzas”. Puebla. Expresión Gráfica. 1999. p. 10