Por Alejandro Igor Jardón Bedolla.

Foto. vanguardia.com

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Quizás sea una historia antigua, de más de 15 años, pero en la actualidad, la desinformación de algunos o de como recordamos la historia, nos puede crear confusiones de como sucedieron algunos hechos. El siguiente relato político trata, en mi opinión, de lo sucedido en el Gobierno del Distrito Federal.

Se trata del caso Carlos Ahumada y René Bejarano y la teoría del complot. Ubiquémonos en el año 2004, cuando se fraguaban los intentos de bajar en las encuestas a Andrés Manuel, Rosario Robles, quien había sido jefa de gobierno, es seducida por un empresario de nombre llamado Carlos Ahumada.

Se trata de un empresario que había tenido contratos con el Gobierno del Distrito Federal. Rosario Robles cayó en los encantos de un empresario carismático, que la utilizó para poder contactarse con los altos funcionarios del GDF, y con este hecho aceptado por la ex funcionaria, no hay defensa para estos políticos que utilizaban el dinero para sus campañas políticas internas de partido, sin embargo, Carlos Ahumada no está exento de culpabilidad, quien había apoyaba campañas para después obtener favores en los negocios con el gobierno.

En ese entonces y una vez explotado el escándalo, Carlos Ahumada cayó de la gracia del Gobierno del Distrito Federal y buscaba por todos lados, entrevistarse con Andrés Manuel. Sus declaraciones eran en el sentido de retirarse de las obras del GDF, para poder participar en licitaciones federales y necesitaba un mecanismo para ello, pero él tenia varios casos de incumplimiento de contratos, como en la delegación Álvaro Obregón en el 2007.

Carlos Ahumada se prestó para el llamado “complot”, tuvo que ser así, porque de que otra manera, ¿Cuál es la finalidad de entregar videos filmados en su oficina, donde está presente entregando dinero y siendo cómplice de ese delito?. El origen del dinero, lo explica Diego Fernández en una entrevista de la revista Proceso realizada en enero del 2018, es de un préstamo que él mismo le hace a Carlos Ahumada y ahí es donde no puedo creer que no hubiese un complot, es decir, ¿cualquier persona sería capaz de prestar dinero a un desconocido que dice ser perseguido? que por cierto, no se lo pagó, según declara el panista en la entrevista.

Otro elemento que me reafirmar la teoría del complot es el proceso del Empresario. En una nueva entrevista en la televisión, aparece Diego Fernández decidido a defender los derechos del acusado y perseguido Carlos Ahumada en su proceso penal. Y ¿por qué esta decisión de defenderlo?, ¿Cuál es la necesidad de defender a un empresario que no tiene dinero y que esta involucrado en un acto de corrupción?

En mi opinión la historia no es siempre como la recordamos querido lector y menos si se trata de la historia de política en el México del siglo XXI.