Estamos a menos de 3 semanas de la elección más grande en la historia de nuestro país, están en juego 21 mil cargos públicos y podrán participar 93.5 millones de votantes potenciales. En el ámbito local se elegirán 15 gobernadores, 30 congresos locales se renovarán, así como 1,923 ayuntamientos.
Agregan que existe un gesto que deteriora la democracia: la creciente intromisión de los Gobiernos en los órdenes Federal, estatal y municipal en la elección. La ley electoral es muy clara en cuanto que los Gobiernos deben respetar el periodo de veda electoral. Es preocupante que se utilice la posición de Gobierno para denostar a Consejeros del Instituto Nacional Electoral o a candidatos de oposición. Se ha señalado a gobernadores y presidentes municipales con intromisiones en estados como Michoacán, Oaxaca, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas.
Uno de los casos más graves ha sido el de Lizbeth Victoria H., presidenta municipal con licencia de Asunción Nochixtlán, Oaxaca; que fue vinculada a proceso por ser presunta responsable del delito de desaparición forzada de la activista, Claudia Uruchurtu Cruz quien era una crítica de su reelección.
Coparmex establece que la democracia es mucho más que un voto en la urna, implica instituciones respetuosas de la ley y de la crítica, apego irrestricto a los principios de imparcialidad y equidad en la contienda. Hoy, no debe hablarse anacrónicamente de fraude electoral y ese discurso tampoco debe ser el preámbulo para deslegitimar, tras la jornada electoral, los resultados. La democracia es frágil -es tarea de todos cuidarla y consolidarla- por lo que exigimos a las autoridades que saquen las manos de la elección. Las elecciones las hacemos todos, contamos con un árbitro electoral confiable y no es tarea de los gobiernos incidir en la elección.