Por Gerardo Alfaro.
El Presidente Ándres Manuel López Obrador sabe que el futuro de la llamada 4ª Transformación, depende del resultado que su partido obtenga en el proceso electoral 2021, de manera prioritaria en la obtención de la mayoría en el Congreso Federal.
Por esta simple e importante razón cada una o dos semanas trata de poner en la agenda nacional temas relacionados con corrupción, escándalos, venganzas, fraudes y un sin fin de situaciones, las cuáles en su mayoría, tiene dos propósitos: traer a tiempo presente, temas escabrosos de pasadas administraciones federales y ocultar de manera decisiva, los problemas que los mexicanos enfrentamos hoy.
A excepción de algunos periodistas y medios de comunicación que se han convertido en fuertes opositores al Presidente; el conglomerado de mujeres activistas que una y otra vez le han demostrado que no hay manera de controlarlas; líderes sociales establecidos en varios Estados de la República con temas específicos y algunos miembros del Poder Judicial de la Federación, no hay oposición que resalte los temas que al día de hoy los mexicanos enfrentan y que sin más vueltas, son los siguientes:
La seguridad pública sigue siendo un tema delicado; la crisis económica y pérdida de empleo que ya venía desde antes de la pandemia, crece sin control, además con una caída estimada de -10.2% en 2020 según OCDE; la quiebra técnica de PEMEX; los 70 mil muertos por COVID, según cifras oficiales; el nulo combate al crimen organizado y especial al narcotráfico, señalado por el Presidente Trump el día de ayer; por decir algunos, son los tópicos en los que se debieran encontrar soluciones.
La situación del país no requiere de “cortinas de humo” o de “cajas chinas”, que tanto le gustan al Presidente, como la Rifa del Avión; los vídeos de Lozoya y sus señalamientos de corrupción a las administraciones de Enrique Peña Nieto y de Felipe Calderón Hinojosa, en las cuales éste personaje trabajó y que al parecer, el tema ya fue olvidado después de que se publicara un vídeo del hermano del Presidente de nombre Pío, recibiendo millones de pesos, es decir el nuevo Bejarano de este siglo y ahora, la solicitud a la Suprema Corte de Justicia para enjuiciar a los expresidentes.
Este tema no tiene pierde. Por un lado, el Presidente ordena a MORENA hacer una consulta ciudadana que, una vez más no le sale, como la rifa del avión; luego está realizando una consulta a la Suprema Corte de Justicia para saber si es constitucional el juicio a los expresidentes, es decir, le manda el “clavo ardiente” a los magistrados, y por el otro, impulsa una iniciativa para una Ley de Amnistía a los funcionarios………. Alguien explíqueme porque si está complicado entenderlo.
Y supongamos, solo supongamos, que la Corte define que si es constitucional el juicio a los expresidentes. Bien, ahora por qué delitos los acusaran? en algunos casos y por el tiempo, muchos situaciones ya prescribieron según la Ley. Además, el Presidente López Obrador será sujeto de respuestas de sus predecesores, como la de Pío, su hermano. Puro show.
Recalco, lo que menos necesitamos en este momento son convulsiones políticas y económicas. Necesitamos SEGURIDAD, entendida con un significado amplio del término: seguridad física y de nuestros bienes; seguridad laboral, seguridad para invertir, tanto a mexicanos como extranjeros; seguridad presupuestal; seguridad en el cuidado de nuestra salud; en la impartición de justicia y seguridad en la educación de los jóvenes y en un sin fin de aspectos más. De seguir así, la continuidad de la 4ª Transformación seguirá cuestionada. Interesante sin duda.