Información y foto.- UPAEP Juan Méndez
Desde la crisis de los años 90, el crecimiento del PIB de México ha sido moderado, con un promedio inferior al 2% anual desde 1994. Si bien la inflación se ha mantenido estable en los últimos años —rondando el 4%—, el crecimiento económico no alcanza el nivel necesario para generar empleo y desarrollo sostenido. En 2024, el PIB registró un crecimiento del 1.2%, y las proyecciones para 2025 se ubican en torno al 1%, lejos del 5% requerido para impulsar el mercado laboral, señaló José Luis García, Presidente del Consejo Académico de Vinculación de la Licenciatura en Comercio Internacional y Logística Online de la UPAEP y Director Ejecutivo de Intuition & Insights.
García explicó que un factor clave en la transformación económica de México ha sido la transición de una economía dependiente del petróleo a una manufacturera. Actualmente, las exportaciones petroleras representan menos del 5% del PIB, mientras que México se ha consolidado como la novena economía exportadora mundial, con envíos por más de 600 mil millones de dólares en 2024 y una balanza comercial equilibrada con importaciones cercanas a los 550 mil millones de dólares.
Una señal de alerta para la economía mexicana es el déficit fiscal, que en 2024 alcanzó el 6% del PIB —un nivel no visto desde finales de los años 80. El gasto público ha aumentado significativamente, generando preocupaciones sobre la sostenibilidad de las finanzas nacionales y la confianza de los inversionistas, indicó José Luis García.
“Las reformas constitucionales y la reforma del Poder Judicial son aspectos clave que afectan la percepción de México ante los inversionistas, tanto nacionales como internacionales”, afirmó García. La estabilidad económica también dependerá de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que iniciará en julio de 2025 y podría impactar las condiciones comerciales del país.
El mercado laboral enfrenta desafíos significativos. En diciembre de 2024, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó la pérdida de 400 mil empleos formales —una cifra históricamente alta para un mes que suele registrar disminuciones estacionales. Aunque la afiliación al IMSS se mantiene estable, el crecimiento del empleo informal continúa siendo un obstáculo para el desarrollo económico sostenible, señaló María del Carmen Rodríguez Carballeda, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Comercio Internacional y Logística Online de la UPAEP.
El aumento del salario mínimo ha impulsado el consumo, pero también ha generado presiones inflacionarias. “El salario mínimo ha mejorado el poder adquisitivo de muchas familias, pero también debemos considerar su impacto en los costos de las empresas y en la inflación”, explicó Rodríguez Carballeda.
La migración sigue siendo un factor determinante en la economía del país. En 2024, las remesas enviadas por mexicanos en el extranjero alcanzaron los 65 mil millones de dólares, representando cerca del 10% de las exportaciones totales de México. Este flujo de recursos ha sido fundamental para el consumo y el bienestar de millones de familias.
Las decisiones políticas de países como Estados Unidos también impactan a México. “Vamos a ver qué pasa el 4 de marzo, cuando se vencen ciertos plazos impuestos por Trump”, menciona García, destacando la interdependencia entre ambas naciones.
A pesar de los desafíos, México cuenta con ventajas estratégicas que pueden impulsar su desarrollo:
- Un mercado interno de 130-140 millones de personas.
- Ingreso de remesas y crecimiento del salario mínimo.
- Una economía abierta con más de 40 tratados internacionales.
- Ubicación geográfica estratégica para el comercio internacional.
Para aprovechar estas oportunidades, es fundamental implementar una estrategia geopolítica que diversifique mercados y fortalezca las relaciones comerciales con distintas regiones. “México seguirá siendo un país exportador y manufacturero, pero debemos construir cadenas de valor desarrollando productos localmente y capacitando a nuestra fuerza laboral”, enfatiza Luis García.