Foto.- Tecnología del plástico.
La imposición de un arancel del 25% a los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos representa una amenaza directa para la industria automotriz de la región. Frente a este contexto, en la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideran
que esta medida proteccionista encarece los vehículos, reduce la competitividad y pone en riesgo miles de empleos en la región. No podemos permitir que estas decisiones afecten el comercio y la integración productiva construida durante décadas.
México es el principal proveedor de autos al mercado estadounidense y forma parte de una cadena de suministro altamente integrada. Según datos del INEGI, en 2024 México exportó cerca de 3.5 millones de vehículos ligeros, de los cuales el 80% se dirigieron a EE.UU. La
imposición de estos gravámenes no solo impactará a las exportaciones nacionales, sino que también incrementará los costos para los consumidores en Estados Unidos, lo que podría traducirse en una menor demanda y afectar la estabilidad del sector. La incertidumbre generada daña la confianza de los inversionistas y obstaculiza el crecimiento económico de ambos países.
Coparmex establece que en este contexto, el Gobierno de México debe actuar con determinación para defender los intereses nacionales. Es imprescindible exigir el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco del T-MEC y buscar mecanismos para contrarrestar las afectaciones derivadas de estos aranceles. No podemos depender de la voluntad de un solo país para garantizar el crecimiento de nuestra economía. Es urgente fortalecer el mercado interno y diversificar nuestras exportaciones para reducir la vulnerabilidad frente a medidas proteccionistas.
La industria automotriz es un pilar fundamental de la economía mexicana y su competitividad no puede verse afectada por decisiones arbitrarias. Ante este panorama, se requiere una estrategia clara que brinde certidumbre a las empresas y garantice condiciones de competencia justa. El fortalecimiento de la inversión, la innovación y la promoción de nuevas oportunidades comerciales deben ser prioridad en la agenda económica del país.