Por José Luis Tlachi Escobar.

Estratega Electoral.

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Sin duda alguna el reto de los partidos políticos más allá de las encarnizadas contiendas internas para elegir “a los mejores candidatos” que en nada le abonan al próximo proceso electoral 2024, será convertir los sentimientos de decepción de los miles de ciudadanos en participación.

El verdadero reto es como hacer que el ciudadano salga a sufragar y subir ese porcentaje de participación que deberá oscilar entre un 70% del padrón de votantes. MORENA ha llegado a su techo la oposición a López Obrador y MORENA en el pasado proceso electoral 2021 obtuvieron 23 millones de votos tan solo para integrar la Cámara Baja del País contra 21 millones del partido en el poder. Luego entonces ya existe una posibilidad real, López Obrador gano en todos los extractos sociales en el 2018, pero hoy ha perdido la preferencia en las clases altas y medias; y existe una disputa encarnizada en las bajas altas y medias bajas.

En este tiempo del Obradorismo, hemos sido testigos que el prometido cambio de los inicios de este siglo no llega ni con una ni con otra opción política y hoy vemos y sufrimos una administración que radicaliza, que va de yerro a otro mayor, sin rumbo, sin corrección, lo cual, ha provocado un desanimo en millones de ciudadanos que votaron por el cambio prometido.

A través de los tiempos e historia de la política no existe gobierno ni organización política capaz de detener a una horda de ciudadanos indignados, desilusionados, lastimados.

No debemos de perder de vista que MORENA encabezada por López Obrador su visión de país es destruir a la clase media, aniquilando la libertad para perpetuarse en el poder, a través del miedo y la agresión. La razón es sencilla, la clase media representa el 45% de la población en las zonas urbanas.

Más allá de que los partidos políticos de oposición deben conectar con los ciudadanos, espero hayan aprendido la lección, y deban ser minuciosos en la elección de sus candidatos privilegiando aquellos perfiles que traigan trabajo ciudadano, de mano a mano, de hombro y espalda con los ciudadanos, pero sobre todo empáticos con sus necesidades y problemática diaria, colectivas y personales, ahí se hallarán los votos suficientes para vencer al “predicador mañanero”.

Sin embargo, la clase media no será suficiente para vencer a la fiera herida del 2021, cierto es que las condiciones emocionales son alentadoras pues se obtuvieron más votos que el partido político que habita Palacio Nacional.

El trabajo es de los ciudadanos, de aquellos que estamos conscientes que vale la pena luchar por nuestro país usando nuestra libertad para defenderlo, si logramos convertir la decepción, la indignación y el miedo en participación convenciendo a uno, solo uno de aquel amigo, vecino, hermano que hoy se sienta decepcionado porque no llego ese cambio que esperaba en sus ingresos, salud, educación, trabajo, seguridad, y juntos ciudadano con ciudadano cambiemos el rumbo del país en un futuro más prominente para todos, avasallando al partido en el poder en la urnas; seguramente el primer domingo de junio por la noche de ese año 2024, estaremos satisfechos por el deber cumplido, de buscar un país más justo para los más necesitados.