El banco de México presenta el informe de la actividad económica del país en el trimestre enero – marzo del 2025, en el cual se destacan los siguientes aspectos.
La economía mundial creció a un ritmo menor
En el primer trimestre de 2025, la actividad económica mundial creció a un ritmo menor que en el cuarto trimestre de 2024. Tanto el grupo de las economías avanzadas como el de las emergentes registraron un menor dinamismo. La actividad económica en Estados Unidos se contrajo después de registrar tasas de crecimiento sólidas a lo largo de 2024, aunque el crecimiento de la demanda interna fue similar al del trimestre anterior. Por su parte, la economía china se desaceleró respecto del trimestre previo. Lo anterior, en un entorno de cambios en la política comercial de Estados Unidos.
En lo que va de 2025, las inflaciones general y subyacente presentaron un comportamiento diferente entre países. Si bien recientemente la inflación ha disminuido en un gran número de economías, aún se encuentra por arriba de las metas establecidas por sus respectivos bancos centrales en varias de ellas. La convergencia hacia dichas metas sigue enfrentando riesgos dadas las tensiones comerciales y los conflictos geopolíticos actuales.
Ante este panorama, las perspectivas de crecimiento económico mundial para 2025 y 2026 se revisaron a la baja como resultado de la incertidumbre y las tensiones comerciales.
La actividad económica en México mostró nuevamente debilidad
En el primer trimestre de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) mostró un bajo crecimiento como resultado de una expansión en las actividades primarias y de caídas tanto en las secundarias como en las terciarias. Ello en un entorno complejo y de gran incertidumbre generada por las medidas arancelarias anunciadas por el gobierno de Estados Unidos.
El mercado laboral siguió mostrando señales de debilitamiento. La creación de empleo registró una pérdida de dinamismo. Sin embargo, como resultado de reducciones similares en la tasa de participación laboral y en la razón de ocupación a población en edad de trabajar, la tasa de desocupación nacional y la tasa de desocupación urbana se mantuvieron en niveles históricamente bajos.
Pronósticos para la actividad económica
Se espera que la economía mexicana crezca entre -0.5 y 0.7% en 2025 y entre 0.1 y 1.7% en 2026.
La inflación general en nuestro país ha presentado cierto incremento
En nuestro país, la inflación general se redujo entre el cuarto trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025 al pasar de 4.51 a 3.72%. No obstante, en lo que va de 2025 ha registrado cierto aumento y se ubicó en 4.22% en la primera quincena de mayo.
Entre el último trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025, la inflación subyacente se redujo de 3.68 a 3.65% y se ubicó en 3.97% en la primera quincena de mayo. Así, este indicador acumuló ocho meses y medio consecutivos por debajo de 4%. Respecto a sus componentes, la inflación de las mercancías presentó cierto incremento desde niveles bajos, en tanto que la de los servicios mantuvo una tendencia a la baja.
Por su parte, la inflación no subyacente bajó de 7.07% en el cuarto trimestre de 2024 a 3.86% en el primer trimestre de 2025. Sin embargo, a partir de enero ha presentado una gradual tendencia al alza influida, principalmente, por la mayor variación anual de los precios de los productos pecuarios. En la primera quincena de mayo, la inflación no subyacente se situó en 4.78%.
Pronósticos para la inflación
Se continúa esperando que la inflación general anual regrese a la meta de inflación de 3% en el tercer trimestre de 2026.
Banco de México decide disminuir la tasa de referencia
La decisión de política monetaria, es decir, la decisión de aumentar, mantener o disminuir la tasa de referencia (tasa de interés) está orientada al cumplimiento de la meta de inflación.
En las reuniones de febrero, marzo y mayo de este año, la Junta de Gobierno disminuyó la tasa de referencia en medio punto porcentual en cada reunión, llevándola de 10 a 8.5%. Lo anterior respondió al proceso de calibración de la postura monetaria que se está implementando para ajustarla a los retos que enfrentamos en la fase actual de combate a la inflación. En esta fase, la tarea es llevar a la inflación de los bajos niveles que actualmente presenta a la meta de 3%, como se señaló en el Programa Monetario de este año.
En las tres decisiones, la Junta destacó los niveles notablemente más bajos que la inflación general había mostrado en comparación con el episodio derivado de los choques globales de la pandemia y la guerra en Ucrania. Igualmente, tomó en cuenta la debilidad de la actividad económica nacional y los riesgos a la baja que enfrenta. Asimismo, reconoció que las tensiones comerciales internacionales habían añadido incertidumbre a las previsiones económicas y que sus efectos podrían implicar presiones para la inflación. También analizó el comportamiento del peso mexicano, el cual se mantuvo ordenando e incluso se apreció entre la reunión de marzo y la de mayo.
La Junta de Gobierno consideró que en el futuro podría seguir ajustando su postura monetaria y continuar con su calibración. Estima que la etapa actual de combate a la inflación facilitará próximos recortes en la tasa de referencia para seguir con el ciclo de recortes, aunque sin modificar la postura restrictiva vigente. Además, considerará los efectos de la debilidad en la actividad económica y la política monetaria restrictiva que han influido en la evolución de la inflación. De esta manera, las medidas de política monetaria se orientarán a garantizar que la inflación general converja de manera ordenada y sostenida a la meta del 3%. Con ello, el Banco Central ratifica su compromiso de mantener una inflación baja y estable.










