El Día Internacional de la Mujer nació de las luchas de las mujeres trabajadoras por la igualdad salarial de genero y por la plenitud de los derechos sociales, económicos y políticos.
En ultimas fechas he visto, que con sorpresa los medios de comunicación de todo el mundo difunden imágenes e historias de mujeres ucranianas que están tomando las armas para defender a su país. Es un hecho, sin lugar a dudas, muy significativo por lo que está ocurriendo en esa parte del mundo, pero no debe ser sorpresivo, las mujeres siempre hemos dado la batalla. Desde Lucy quien caminaba por el planeta hace 3.2 millones de años, pasando por aquellas primeras mujeres nómadas de las que no tenemos registro ni memoria pero que suponemos formaron parte de esas pequeñas caravanas de seres humanos que conquistaron otras tierras y las hicieron fecundas para civilizaciones enteras, aquellas mujeres que participaron de una manera u otra en todos los acontecimientos históricos que en cada lugar y en cada época les tocó vivir, hasta nuestros días, hemos y estamos enfrentando batallas que han sido constantes y muy feroces, algunas veces silenciosas y otras estrepitosas como hace 111 años, cuando las llamadas “garment workers” salieron a la calle decididas a luchar por el reconocimiento de los derechos de las mujeres como derechos humanos, igualdad salarial y otros temas que son tan relevantes hoy como entonces y que conmemoramos cada ocho de marzo.
Cada año en esta fecha se reconocen los logros alcanzados y los desafíos pendientes hacia una sociedad y un mundo verdaderamente inclusivos, igualitarios y no sexistas, pero año con año llegando a la misma conclusión :“aun falta mucho por hacer.”
Las mujeres de todas las clases y de todas las épocas, hombro con hombro o en solitario han luchado por abrir muchas puertas para todas las que les precedemos, la puerta a formas de trabajo y profesiones que antes se nos negaban, la puerta al sufragio, la puerta de la educación para todas, podremos haber nacido en diferentes décadas, circunstancias , países, pero hoy por hoy nos mantenemos en la lucha por abrir mas puertas y por que las que se han abierto permanezcan así para las futuras generaciones, mujeres guerreras que todos los días compartimos la misma lucha por nuestros derechos, por la justicia, por un mundo igualitario, luchando por cambiarlo todo o cambiar solo una cosa por vez, pero haciendo algo.
Sabemos que los techos de cristal permanecen y es difícil romperlos, en definitiva algunas podrán eludirlos, pero permanecen ahí para el resto. El objetivo de igual salario por igual trabajo, ese añejo objetivo de la huelga de las textileras, la brecha salarial de género, sigue siendo persistente en casi todos los países del mundo. Y el trabajo no remunerado de las mujeres todavía no se cuenta ni se valora como parte de la producción social de las sociedades y está deliberada y conscientemente excluido de los países y del producto interno bruto (PIB) mundial. Aunado a que los logros… son abrumadoramente lentos; un informe de 2019 del Foro Económico Mundial estimó que, al ritmo actual de cambio en el mundo, pasarán otros 257 años antes de que todas las mujeres alcancen el mismo salario por el mismo trabajo. ¡Más de dos siglos y medio!
Lo más devastador es que los cuerpos de las mujeres siguen siendo campos de batalla por el poder, ya que la violencia de género sigue sin disminuir, la violación y la violencia sexual siguen utilizándose como armas de guerra y conflicto, los ataques a los derechos de las mujeres persisten, el acoso sexual en los lugares de trabajo y las instituciones educativas perdura, y las niñas continúan siendo tratadas como de menor valor que los niños. Hechos que siguen siendo obstinadamente persistente en la vida de las mujeres y los niños.
Hoy en Puebla, en México y en el mundo, activistas, grupos de género y mujeres han organizado actividades para celebrar los logros de las mujeres, crear conciencia, influir en el comportamiento, romper estereotipos y cuestionar los prejuicios, y cabildear y abogar por el cambio.
Que este M8, todos optemos por desafiar a los sistemas politicos, economicos y sociales que excluyen y subestiman a las mujeres y las niñas. Pero no distorsionemos el mensaje, éste debe ser de paz, justicia y derechos humanos. Hombres y mujeres en armonía, en igualdad y en fraternidad.
Las mujeres siempre hemos optado por desafiar. Es hora de que en esta lucha mas hombres nos acompañen.
Sigueme en mis redes sociales.
Twitter e Instagram: @ErikaSpezia
Facebook: @ErikaSpeziaM